domingo, 25 de septiembre de 2011

Yorokobi no Uta


Fandom: JE, KAT-TUN
Parejas: Akame <3
Género: Romance, Angst
Advertencias: No hay necesidad, a menos claro, que no te guste el Akame
Resumen: Kame y Jin tenían una relacion, pero son descubiertos por la agencia y envían a Jin a LA
Disclaimer: No son mios, si lo fueran ustedes me odiarían en vez de odiar a la JE XD. Tenía que escribir un fic de cuando Jin se va, es como el deber U_U. El angst no dura tanto, segun yo. Y es angs porque Michiru así me lo dijo despues de leerlo y porque me dio pena escribir algunas partes, así que lean la primera parte con musica cortavena para ayudar xD



Dormir con sus piernas enredadas a las de Kame era una de sus cosas favoritas de la vida. También lo era despertar y verlo dormir despreocupadamente, acariciarle el cabello mientras dormía…

- Buenos días, Jin – dijo Kame, apenas abriendo los ojos.

- Buenos días.

Kame estiró sus brazos en busca de un abrazo, Jin le dio lo que buscaba. Se quedaron abrazados sin decir nada, sólo disfrutando del momento.

- Me levantaré para irme primero- dijo Kame.

- ¿Y si llegamos juntos hoy? Así te puedes quedar más tiempo…

- Mmm….

Kame se giró para quedar sobre Jin y besarlo.

- ¿Esto es un sí? – preguntó Jin.

Kame lo besó nuevamente.

- Eso creo – dijo entre besos.


Llegaron justo a la hora, estaban todos mirándolos con una expresión preocupada.

- Akanishi-san, hoy no ensayarás, vendrás conmigo a una reunión –dijo el manager seriamente.

Jin se fue con él mientras todos observaban en silencio.

- Kame… están muy enojados… que hayan llegado juntos no ayuda…- dijo Nakamaru.

Kame lo miró asustado.

- ¿Por qué? ¿Qué pasó?

- No nos han dicho directamente, pero creo que un paparazzi tomó una foto de ustedes dos… la agencia ya sospechaba algo.

- ¡Pero es imposible! ¡Hemos cuidado mucho todo! No andamos de la mano ni besándonos por la ciudad… tendrían que haber entrado al departamento de Jin o al mío a tomarnos fotos.

Kame sintió que colapsaría, estaba pálido y no dejaba de morderse el labio ¿Cómo estaba pasando eso? Estaban siendo cuidadosos para que nadie pudiese comprobar nada.

- Kame, cálmate… aún no tenemos la información completa, quizás simplemente les llamarán la atención y tendrán que pedir disculpas y no los molestarán más- le dijo Koki.

Kame no podía calmarse, tenía un pésimo presentimiento, respiró hondo…

- ¡Kame! ¡Vamos a ensayar!

Trató de concentrarse lo más que pudo en los ensayos, era difícil, hacía las cosas mal. El coreógrafo le llamó la atención más de una vez.

El manager volvió, esta vez para llevarse a Kame. Todo el viaje se fue callado y nervioso, si seguía así ya no tendría labio que morder. Al llegar al lugar vió a Jin con una expresión muy seria y preocupada, no lo había visto así nunca, esto lo asustó más.

- Les tomaron una foto entrando al departamento de Akanishi-san, esto no es una prueba concluyente para nada, pero el paparazzi se quedó allí esperando a que saliera Kamenashi-san… y no salió en toda la noche. Quieren publicar esta historia, pagaremos lo suficiente para que la historia y las fotos no salgan a la luz. Además que no hay pruebas de esto, sólo el testimonio del paparazzi, el cual es fácil de desmentir o desacreditar… pero esto no se puede quedar así. Las relaciones de este tipo entre compañeros de trabajo están prohibidas y ustedes lo saben. Deben dejar de hacer esto ahora, tengan sólo una relación profesional. No sólo se traen problemas a ustedes, también a todo su grupo y a la empresa -hizo una pausa. -Tengo que aplicar un castigo, ya lo he hablado con Akanishi-san. Él siempre ha manifestado su gusto por la cultura americana y que le gustaría aprender el idioma. Akanishi-san se irá a Estados Unidos a estudiar, por un tiempo indefinido y la ciudad está por definir.

A Kame se le vino el mundo encima… ¿Jin se iba?

- Pe..pero… terminaremos, ahora mismo. No nos veremos más fuera del trabajo-dijo desesperado.

- Aprecio que haya entendido.

- ¿Akanishi-kun se irá de todos modos?

- Sí.

- ¿Por qué? ¡¡No es justo!!, ¿Y qué hay de mí? ¿No me castigarán? ¿Qué hay del grupo, sin uno menos a tan poco tiempo del debut? Esto…

Jin le tomó el hombro en señal que no siguiera. No había nada que hacer, era una decisión definitiva. Se tendrían que separar sí o sí. Jin se iba lejos, por su culpa, por sus descuidos…

Tenía ganas de llorar, pero se limitó a morderse el labio y salir del lugar.

Se quedó parado afuera, mirando el vacío y pensando, mortificándose y arrepintiéndose por haber sido tan descuidado, por ser irresponsable.

- Kazu…-

Era la voz de Jin, se estremeció, pero no quería girarse a mirarlo, no quería llorar, pero Jin apareció delante de él.

- Kazu… lo siento.

Ver a Kame apunto de llorar le rompía el corazón, lo abrazó, pero él se apartó.

- No has aprendido nada…

Jin lo miró perplejo.

- Por estas cosas descuidadas está pasando esto, tienen razón, hemos sido irresponsables y egoístas, no pensamos en los demás, esto afectara a todo el grupo.

Jin no sabía qué decirle… tenía razón, pero no quería preocuparse de eso, quería aprovechar el tiempo que les quedaba antes de irse.

- Me voy la próxima semana.

- ¿Tan pronto?

- Así lo quieren.

Kame no sabía que hacer, todo fue tan rápido. Hacía unas horas estaba besándose con Jin en su cama… parecía tan lejano.

- Me voy a casa – dijo Kame.

- Déjame ir contigo.

- No, quiero pensar… además, no puedes ir. El problema es que estamos juntos y ellos lo saben, no puedes irte conmigo a mi departamento justo después de esto.

Kame se dio media vuelta.

- Pero Kazu… ahora es cuando más te necesito… necesito que estés conmigo.

Esas palabras lo debilitaban, pero debía ser fuerte, no podía ceder ante sus deseos y ante Jin o todo sería peor.

- Lo siento Jin – dijo con la voz quebrada.


Al llegar a su departamento se derrumbó. Sabía que Jin lo necesitaba mucho en ese momento, podía entender lo asustado que se sentía y lo estaba dejando solo… pero ¿estar con él no sería agravar la situación? No había vuelta atrás, tenían que terminar en ese instante. Quizás Jin lo odiara, pero eso le haría las cosas más fáciles estando en USA; si lo odiaba no estaría triste por no poder estar con él. Era lo único que podía hacer por él en ese momento.

Al día siguiente Jin fue a su departamento.

- ¡¡¿Qué crees que haces?!!- le dijo como saludo.

- Quiero estar contigo antes de irme, todo el tiempo posible.

- No puedes, no podemos… Jin, terminamos en el instante en que nos descubrieron.

Jin sintió como si se hubiese congelado.

-Pe…pero Kazu… no podemos terminar… nos queremos… yo te quiero…

- Terminamos, para siempre.

No sabía cuanto tiempo más podría seguir hablándole así, viendo su rostro tan triste y desesperado.

- ¡NO! ¡No! No quiero… ¿de dónde sacaré las fuerzas para estar allá sólo? ¿Y para qué voy a volver? ¡No quiero!

- Debes volver… tienes un trabajo al que volver, eres parte de KAT-TUN y es tu responsabilidad también.

- ¡No me importa eso en este momento! ¡Sólo me importas tú!

- ¡No seas tan inmaduro! No pienses en mí… no te lo he pedido.

Jin lo miró sorprendido y molesto.

- ¿Después de todo este tiempo te das por vencido por un obstáculo?

- No es el único obstáculo que hemos tenido… es más que un obstáculo, es una gran pared que no podemos pasar, hay que saber cuando rendirse.

- Nunca esperé que fueses tan débil.

- Lamento haberte decepcionado.

En ningún momento pudo mirar fijamente a Jin a los ojos, necesitaba ser fuerte y eso no lo ayudaría, todo lo contrario, se entregaría a él y olvidaría todos los problemas que eso conllevaba.

- No hay más que hablar Jin.

No podía estar más tiempo ahí con él, no era tan fuerte.

Jin caminó hacia la puerta y la abrió.

- Adiós -dijo antes de irse.

Apenas la puerta se cerró, las lagrimas cayeron del rostro de Kame; ahora podía volver a ser débil y llorar.

Jin estaba asustado, enfadado y triste, en sólo dos días habían pasado tantas cosas. Kame lo dejaba en el peor momento, necesitaba su apoyo esa semana y en especial sabía que necesitaría su apoyo a la distancia cuando estuviera en USA. No podía aceptar que para Kame fuese tan fácil dejarlo después de todo el tiempo que habían estado juntos, a pesar de que sabían lo peligroso que podía ser, no les importaba, o más bien no había nada que pudieran hacer, tenían un sentimiento muy fuerte y se veían siempre, el destino los había unido… para que ahora Kame decidiera que no podían estar juntos…

Y pasó la semana sin que Kame y Jin se vieran ni hablaran más del asunto, Jin entendió perfectamente que Kame lo había dado por terminado y no había más que hablar.

Tampoco estuvo con él las horas antes de que Jin tomara el avión… Jin tuvo la esperanza de que en cualquier momento aparecería Kame arrepentido, corriendo a besarlo y abrazarlo… le diría que lo esperaría todo el tiempo que fuese necesario. Pero Kame nunca apareció, ni siquiera lo llamó.

Para Kame tampoco era fácil, más de una vez estuvo a punto de ceder e ir al departamento de Jin para que tuvieran una despedida privada, quiso llamarlo tantas veces, contenerse fue demasiado difícil, no supo como lo logró.

Así, Jin se fue sin que la situación con Kame cambiara. No podía pensar en otra cosa, se negaba a creer que para Kame hubiese sido tan fácil como lo demostraba, era experto en demostrar lo contrario a lo que sentía, lo había engañado porque estaba desesperado y veía todo negativo, pero sabía que para Kame debía de haber sido muy difícil y lo estaba haciendo por ambos y por su sentido de la responsabilidad. Había encontrado una razón para querer volver lo más pronto posible, y esa razón era hacer que Kame recapacitara; le demostraría a Kame que no era posible estar en el mismo grupo sin que nada pasara. Kame no podría resistirse a él por mucho, doblegaría su voluntad. Tenía la esperanza de que podrían seguir juntos de alguna manera, siendo aún más cuidadosos, no le importaba cómo, pero él no dejaría a Kame ir tan fácilmente.

Mientras Jin estaba en USA, Kame tuvo mucho trabajo; si antes era trabajólico, ahora lo era al triple, quería su mente ocupada en el trabajo lo máximo posible, para así pensar lo menos posible en Jin y en lo mucho que lo extrañaba y evitar llamarlo. Nakamaru le había dado el número, entendía la situación, pero no estaba de acuerdo.

- Trabajan juntos, ¿cómo van a estar separados? Terminarán cayendo tarde o temprano.

- Tengo la fuerza suficiente para no caer, no pasará.

No sonaba muy confiado de lo que decía.

-De todas manera te dejo el número de la casa donde está Jin… es tu compañero de grupo… podrías llamarlo por eso…

- No quiero excusas…

- Jin te extraña, ¿no puedes hablarle aunque sea como compañero?

Kame desvió la mirada mordiéndose el labio.

- No te metas en esto… por favor.

Nakamaru le dejó el papel con el número sobre la mesa antes de despedirse.

No botó el papel con el número, es más, tomó el teléfono y lo marcó… e inmediatamente cortó. Hizo lo mismo por unos minutos, se sentía tonto, pero podría escuchar la voz de Jin… sentía que estaba sólo a unos números de escuchar su voz. Los demás le contaban cosas de él, incluso Yamapi lo hacía, era como si estuvieran confabulando contra su decisión.

Esta vez decidió llamar y esperar a que contestara… no tenía su número… ¿verdad? Así que no iba a saber que era él quien llamaba….

Cortó.

Salió del departamento y se dirigió a un teléfono publico… no podía creer lo que estaba haciendo, era un adulto. Después de eso se olvidaría del tema.

Comenzó a marcar, no paraba de morderse el labio mientras esperaba, hasta que finalmente escuchó que contestaban el teléfono.

-¿Hello?- sin duda era la voz de Jin.

Kame se quedó congelado, queriendo responder, pero privándose de ello, abrió la boca…

- ¿Kazu?

Cortó inmediatamente con el corazón latiéndole sin control.

Después de eso no volvió a llamarlo, pero no pudo botar el papel con el número de Jin.

Estaba cansado, con sobrecarga de trabajo, pensaba en Jin la mayor parte del día, lo extrañaba. Pasaba el tiempo y la situación no cambiaba… aunque de cierta manera se acostumbraba a ese vacío permanente que sentía. De seguro podría continuar así, ¿verdad?

Comenzaron una gira por el nuevo álbum… ¿realmente Jin no volvería? El grupo avanzaba sin él y Kame tenía miedo de no volver a verlo nunca más.

La situación lo angustiaba, a pesar de que se había prometido no volver con Jin, tenía la esperanza de que volvería y lo vería nuevamente, podía conformarse con eso….

Recibió una llamada de Yamapi:

“Jin vuelve en 4 días.”

Su corazón se aceleró de sólo imaginar que lo volvería a ver, era como si volviera a vivir nuevamente. Al día siguiente les avisaron oficialmente, Jin se presentaría en el concierto y luego se uniría a la gira.

Kame no podía estar más nervioso, se verían de nuevo, cantarían juntos de nuevo… Pondría a prueba máxima su autocontrol…

Y su autocontrol le falló… Al ver a Jin nuevamente no pudo separarse de él, fue un alivio para él estar en el concierto, lo podía mezclar con la felicidad de todos por la bienvenida a Jin, no soltaba su mano…

Al terminar el concierto se sintió culpable, debía volver a su estado de autocontrol, ahora sí que no se dejaría llevar, no podía permitir que enviaran a Jin lejos de nuevo por su culpa.

Notó que se había atrasado en salir del camarín, Jin estaba parado en el marco de la puerta.

- He vuelto a casa –le dijo con una sonrisa.

El corazón de Kame se aceleró, Jin estaba de vuelta, definitivamente. No había cambiado mucho, seguía sintiendo la misma atracción hacia él.

- Bie…bienvenido.

Kame se quedó sin moverse viendo como Jin se acercaba, se detuvo a pocos centímetros de él y suspiró.

- Te extrañé mucho.

La mirada de Jin lo derretía. ¿Tan débil era? Desvió la vista.

- Todos te extrañamos también, no es lo mismo si falta uno –respondió con una sonrisa nerviosa.

Jin le devolvió una sonrisa maliciosa.

- Te ves tan lindo evadiéndome.

- De-debo irme…

Kame tomó con prisa sus cosas pero Jin lo tomó de la cintura y lo tiró hacia él.

- ¿Ni un beso de bienvenida?

Jin estaba peligrosamente cerca y lo miraba intensamente, Kame giró su cara para no verlo a los ojos, pero Jin tomó su mentón y lo obligo a mirarlo a los ojos. Acercó lentamente su rostro al de él.

- Jin… detente –dijo, suplicante. –No tenemos una relación… de este tipo.

- Estuve enojado contigo antes de irme. Pero entendí lo que piensas y puede que tengas razón, aunque no estoy de acuerdo, ambos sabemos que no resultará… No seguiré porque estamos en un camarín, sé que hay que ser cuidadosos – dijo, guiñando un ojo.

Lo soltó y Kame se fue sin decir nada.

Con Jin cerca nuevamente era más complejo seguir con su determinación, aunque Jin se comportaba excelente en el trabajo, podía sentir la tensión. A eso había que agregarle que estaban ensayando para el nuevo single.

- Aishiteru – cantó Jin mirando lascivamente a Kame.

La nueva canción no estaba de su parte, Jin se las ingeniaba para cantarle “Aishiteru” y que él lo notara, pero que no se viera sospechoso. Ya sentía vergüenza cada vez que tenía que decir “Aishiteru”, era como si se lo estuviera cantando a Jin y él lo sabía.

Los últimos días habían sido agotadores, mentalmente agotadores. Por fin estaba en su departamento, descansando, viendo algo de televisión. Sonó el timbre… tenía un presentimiento extraño, ansias y miedo a la vez… y tenía toda la razón para sentirse así: era Jin.

- ¿Qué haces aquí? ¡¡Te pudieron haber visto!!

- No lo creo, ahora mantienen más alejados a los paparazzis… ¿Me dejas pasar?

Kame dudó.

- ¿Por favor?

- ¿Hay algo de lo que quieras hablar?

- Déjame entrar, tengo frío.

- Estamos en verano Jin… está bien, entra.

Jin entró y se quedaron de pie en la entrada, ahí estaba Jin nuevamente con su mirada lasciva que lo ponía nervioso.

- Kazu, no podemos seguir así, no puedo seguir así…

- Si podemos, yo puedo… No estoy teniendo problemas…

Lo tomó de las muñecas y lo empujó contra la pared.

- Estas siendo un pésimo mentiroso –susurró.

Acercó lentamente su rostro al suyo, deteniéndose cuando sus bocas apenas se rozaban. Sabía que debía empujar a Jin, pero su cuerpo no estaba reaccionando y le estaba costando concentrarse en algo que no fuese la respiración y los labios de Jin rozando apenas su boca y su piel.

- Jin…. Detente… esto no…

- No estoy haciendo nada, no te estoy besando, no es que esté teniendo alguna relación contigo…

Cada vez que hablaba sus labios rozaban más.

- Es injusto…

Kame cerró los ojos y sintió a Jin en su cuello, pero no sabía si eran sus labios o su respiración, era tan leve el contacto… aún así, su piel reaccionaba a Jin. Con sus manos trató de apartarlo, pero no era efectivo, ni siquiera estaba haciendo fuerza, sólo tenía sus manos sobre los hombros de Jin.

Kame abrió los ojos para encontrarse con la mirada fija de Jin en los suyos. Los dedos de Jin tocaron suavemente los labios de Kame, ahora sí lo estaba tocando y no sólo rozando. Al sentir su dedo entreabrió la boca y Jin introdujo su dedo tocando su lengua, Kame la movió al ritmo del dedo de Jin. Finalmente, con su otra mano libre, Jin acercó el rostro de Kame hacia él y lo besó. Kame se entregó totalmente a ese beso, un beso que había esperado por meses. Kame ya no luchaba contra sus deseos, sino que lo besó con las ganas que había tenido todo ese tiempo. Jin estaba ahí, era real y no lo dejaría abandonarlo. Sin dejar de besarlo, Jin movió a Kame hacia el sillón y lo acostó en el.

- Dime las palabras mágicas – le dijo besando su cuello.

- Me rindo…

- Eso también sirve…

Le sacó la camisa antes de que Kame pudiese notarlo.

- Tengo miedo.

- Kazu, hemos hecho esto antes muchas veces.

- No me refiero a esto, sabes a lo que me refiero.

Se detuvo y lo abrazó.

- Fingiremos que seguimos separados, no nos hablaremos casi nada en el trabajo, como si estuviéramos enojados después de haber terminado… Todo saldrá bien.

Lo abrazó más fuerte.

- No me dejes de nuevo, no podría soportarlo.

- Lo siento… para mí también fue horrible, pero me sentía tan culpable de que te hubiesen llevado a otro país, no quiero que eso pase jamás.

No sabía por qué en ese momento, pero comenzó a llorar…

- Kazu… no llores.

Acarició su cabello sin dejar de abrazarlo.

- Llegué a pensar que jamás volverías, me sentía tan culpable y solo… y no dejaba de trabajar y trabajar pero no conseguía dejar de pensar en ti todos los días – dijo entre sollozos.

- Ya pasó… estoy aquí y no me iré nuevamente… ya verás que todo saldrá bien… te amo y eso no lo va a cambiar nada.

Secó las lágrimas de Kame y lo besó, Kame rodeó la cintura de Jin con sus piernas y le sacó la camisa.

- Cambias de modo tan rápido – le dijo Jin entre besos.

- Ya estaba en este modo hace un rato y todo por tu culpa…- le dijo haciendo un puchero-… no quiero en el sillón.

Jin se levantó, con Kame aún en su cintura y besándolo, y se dirigió a la habitación. Dejó a Kame en la cama y continuó besándolo, terminó de desnudarlo y siguió con los besos.

- No puedo creer que haya sobrevivido tantos meses sin hacerte esto… ¿Acaso tú no lo extrañabas?

Besó su muslo y Kame gimió como respuesta. Jin comenzó a besar su cintura.

- Extrañaba todo de ti, tu voz, tu piel, tus ojos, tu cabello…- Jin mordió su cuello y Kame soltó un quejido - … tus quejidos y jadeos…- dijo susurrándole al oído.

Lo giró, dejándolo boca abajo para poder besar, morder y lamer su espalda.

- No quiero que quede ninguna parte de tu cuerpo que no sea marcada por mí.

Mordió la parte baja de su espalda.

- Me perteneces…

Las únicas respuestas de Kame hasta el momento habían sido quejidos y jadeos…

- Jin… espera… No me he dado un baño hoy…

Jin se detuvo y lo miró perplejo sin entender, se sentó en la cama.

-…. ¿Y? No es que me importe ahora…

Kame le tomó la mano.

- No quiero darme un baño solo.

Jin le devolvió una sonrisa cómplice y lo besó.

- ¿No puedes hacerme las cosas más fáciles y decirme “Quiero seguir en la ducha”?

Lo besó nuevamente.

- Mi mente no razona bien ahora, menos si estás desnudo en una cama- dijo Jin.

- Perdón por olvidar tus capacidades mentales – dijo Kame riendo.

Jin le dio un empujón juguetón y se tiró sobre él nuevamente.

- No te rías de mi inteligencia.

Le hizo cosquillas, lo tomó en brazos y se lo llevó al baño.

- No quiero que te canses innecesariamente.

- Que considerado eres, Jin-jin – dijo, burlándose.

- Debes tener energías para mí… Kazu-chan.

El agua corría por sus cuerpos, los besos eran muchos más húmedos. La piel de Kame se sentía tan suave con el agua caliente y el jabón, los besos eran asfixiantes por el vapor del lugar.

Kame comenzó a besar el hombro de Jin, bajando por el brazo hasta el codo y luego arrodillándose hasta llegar a su mano. Jin sintió los labios de Kame lentamente en sus dedos, luego su lengua. Jin entreabrió la boca dejando escapar un quejido por la erótica manera de Kame de lamer sus dedos. Siguió con los huesos de la cadera, dejando una pequeña marca….

Los gemidos y jadeos de Jin alentaban a Kame a seguir…

-Ahh… Kazu…

Entremedio de sus jadeos y gemidos había palabras incompletas e inentendibles…

Kame subió por el ombligo, hasta el pecho con su lengua y luego a su clavícula. Puso una mano en su pecho y la otra a la altura de sus labios, con sus dedos los tocó. Los labios de Jin siempre habían sido muy tentadores, más ahora que estaban semi abiertos, eran labios hechos para besar, ser besados y tantas otras cosas tentadoras…

Lo empujó suavemente hacia la pared y besó esos labios. Tomó el cabello mojado de Jin y lo jaló suavemente, lo suficiente para dejar más en libertad su cuello y su clavícula… le encantaba besar y pasar su lengua suavemente por la clavícula de Jin, para escuchar sus sexys y sonoros quejidos y sentir sus dedos hundiéndose en su espalda, era una de las partes más sensibles de Jin.

Jin giró a Kame para besar su espalda mientras lo tomaba de las caderas, besó su cuello, Kame estaba afirmándose de la pared. Besó su oreja.

- Quiero ver tu rostro cuando lo hagamos…- le susurró.

Kame se giró y abrazó su cuello, Jin tomó sus piernas y las puso alrededor de su cintura.

Había estado deseando unirse con Kame nuevamente cada día que pasó en L.A., sentir la familiar forma de Kame de hundir los dedos en su piel, de jadear su nombre en su oreja y escuchar sus gemidos no reprimidos cuando estaban en un lugar seguro.

- Ah.. J-Jinnn…

Terminaron acostándose en la tina, agotados, Jin lo abrazó. Si hubiese podido lo hubiese abrazado con todas sus fuerzas, pero ya no le quedaban. Kame tenía apoyada la cabeza sobre el hombro de Jin, respirando entrecortadamente.

Era feliz, después de esos horribles meses, desde ese horrible momento en que le dijeron que Jin se iría, todo había sido gris y triste, era como si nuevamente volviera a ser él y estar vivo y Jin estaba viviendo con él.

Jin besó su frente.

- Aishiteru… - cantó.

- Aishiteru…- respondió Kame cantando y riendo.


Kame entrelazó sus dedos con los de Jin decidido a no dejarlo nunca más


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