sábado, 28 de diciembre de 2013

Miradas y Roces - Yamajima

a Yuto no le gusta el excesivo contacto físico, a menos que sea con Yamada. Muchas leyes de su vida no se aplicaban a él y se pregunta si acaso habrá llegado la hora de hacer algo al respecto

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Nota: Michiru me puso una pistola en la cabeza y me dijo que escribiera Yamajima, y eso hice, y me costó, porque es el primer Yamajima que escribo, nunca supe para donde iba este fanfic, espero que les guste



A Yuto no le gustaba mucho el contacto excesivo que solía ocurrir en su trabajo. Entendía que era parte de este y lo que las fans esperaban. Aun así se mostraba incómodo.  A menos que se tratara de Yamada…“Por supuesto”, murmuró para sí mismo.

Le había dado vueltas al tema. A lo largo de los años de su vida, había aprendido que no había que preocuparse por mucho tiempo por algo: o las cosas se solucionaban eventualmente o no valía la pena preocuparse tanto por ellas.

Yamada no era un problema estrictamente hablando, era una situación, que sí valía la pena y no se había solucionado. Lo había dejado tal como era, las cosas no habían cambiado… bueno, la verdad sí. Sus sentimientos cambiaban siempre, no desaparecían, no disminuían. A Yuto le parecía que mutaban con el tiempo. Primero le llamaba la atención y le agradaba, luego había venido la amistad, la atracción, después todo se había vuelto más confuso. Quería mucho a Yamada y, al mismo tiempo, se sentía enormemente atraído por él y por cada cosa que hacía, ¿debía hacer algo al respecto?

-¿Estás molesto conmigo?- preguntó una voz detrás suyo, sacándolo de sus pensamientos

Se giró bruscamente y se encontró con un Fuma que intentaba parecer serio, Yuto rió.

-No ¿por qué lo preguntas?

-Te notabas molesto en la grabación.

Recordó como no había podido ocultar su incomodidad con Fuma cuando lo abrazó y se acercó demasiado a él.

-Oh no… sólo estaba… un poco incómodo, no es nada personal, no estaba molesto. En serio.

En los labios de Fuma se dibujó una sonrisa algo petulante y comenzó a alejarse.

-Lo siento, es que en otras situaciones te he notado muy cómodo con el contacto físico –en ese instante giró el rostro y le dio la espalda a Yuto mientras seguía caminando. – Supongo que depende de con quién sea –se despidió con un movimiento de mano.

Yuto se preguntó si era tan obvio para todos, si era obvio para Yamada. Probablemente no, o quizás sí, un poco.

Solía creer que el coqueteo iba más allá de las cámaras en algunas ocasiones, aunque Yamada llevaba mejor la situación delante de ellas. A menos que Yuto fuera más allá, sabía que lo ponía nervioso y le fascinaba. Yamada era intrínsecamente adorable, especialmente cuando no intentaba serlo.

No sabía que sentía Yamada, a veces creía saber, pero temía de que sólo fueran sus deseos de que sintiera lo mismo. Intentaba dejar fuera las cosas que decía en entrevistas, sabía que muchas de esas declaraciones eran solo fanservice… ¿verdad?

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Yamada no lo visitaba desde aquella entrevista que había mencionado en ousama no brunch en la que promocionaron Come on a MyHouse. Qué feliz se había sentido cuando había hablado de su habitación, a veces repetía para sí mismo la frase “caja de juguetes”. Estaba orgulloso de cómo esta reunía tantas cosas divertidas, pero oírlo de los labios de Yamada era mucho mejor.

-Tienes muchas cosas nuevas – dijo Yamada, arrodillándose para tomar una cámara.

Yuto se acercó y se arrodilló junto a él, le gustaba enseñarle sobre las cosas que le gustaban, con otras personas no solía hacerlo, no había razón para dejarlos entrar a su mundo. Con Yamada era distinto, quería incluirlo, quería enseñarle y que lo entendiera.

Rozó su mano al tomar también la cámara. Se preguntaba si acaso debería llegar más allá que esto. Más allá de roces, miradas y frases que significaban más de lo que se suponía que estaba diciendo.

Se tomaron fotos probando los diferentes modos de la cámara y luego Yamada tomó uno de los libros sobre insectos de la estantería. Yuto comenzó a nombrar qué insectos le recordaban a miembros de Hey! Say! Jump. La risa de Yamada era una deliciosa recompensa.

-Y este sería Yama-chan.

-¿Uh? -Yamada se veía algo desconcertado al ver que Yuto apuntaba una abeja.

-Son trabajadoras… y adorables –explicó Yuto, pensando en miel y en los labios de Yamada.

-No digas cosas vergonzosas –dijo Yamada, riendo.

-Pero es verdad, además te atraen las cosas dulces.

-Sí, eso es verdad, me atraen –Yamada lo miró a los ojos un instante y después desvió la mirada, sonrojado.

Yuto no supo muy bien qué pensar de aquello, la mano que tenía sobre el libro que descansaba en las piernas de Yamada le cosquilleaba al preguntarse si este era el momento de intentar algo más. ¿Se dejaría llevar tal y como dijo que había hecho la primera vez que interpretaron Super Delicate?

Yamada abrió la boca para decir algo, pero se detuvo al levantar la mirada y encontrarse con su intensa mirada. Yuto sabía que había querido romper el silencio. Tragó saliva, él no era el que usualmente estaba nervioso, pero la tensión se sentía en el aire y ambos lo estaban.

Miradas y roces no eran suficientes, pensó Yuto antes de inclinarse a besar a Yamada.No sabía a miel, pero tampoco a alguna otra cosa, era un sabor único. Fueron sólo un par de segundos que parecieron mucho más, sólo un par de segundos, pero su corazón palpitaba en su garganta. Empuñó la mano que estaba sobre el libro.

Se alejó lo suficiente para ver la reacción de Yamada. Sus ojos estaban cerrados, se deleitó en su expresión al abrirlos lentamente. Nuevamente abrió la boca para decir algo y la cerró inmediatamente. Ambos rieron.

Yamada rodeó su cuello con los brazos y lo besó. Esta vez, pensó Yuto, no dejaría que durara solo un par de segundos. No tenía la limitación del miedo a la reacción que podría tener.

El libro en las piernas de Yamada cayó cuando este se giró para acercarse más, Yuto, previniendo que Yamada se giraría para recogerlo, lo sostuvo del rostro para que no se separara de él, en un silente “no importa, no te detengas”. Su otro brazo rodeó la espalda de Yamada, acariciándola con sus dedos.

Cuando se separaron, Yuto le dio un topón juguetón en los labios, que Yamada respondió y ambos volvieron a reír.

Yamada nuevamente abrió la boca para hablar, y Yuto lo miro deseando que esta vez, lo hiciera.

-No creí… no creí que fueras a hacer algo así.

-Yo tampoco-

-¿No pretendías hacerlo?

-Quería hacerlo, es sólo que… no estaba seguro de que fueras a recibirlo bien.

-Creí que era obvio –Yamada desvió la mirada.

-No lo sé, a veces creía que sí, otras veces no estaba seguro. Podrías haberme ayudado un poco más en esto.

Yamada bajó la mirada y comenzó a dibujar círculos con su dedo en la mano de Yuto.

-Me daba miedo, me engañé haciéndome creer que amistad solamente estaba bien.

Yuto giró su mano para tomar la de Yamada, acariciándola con sus dedos.

-Me alegra que tú no lo tuvieras – dijo Yamada levantando la mirada hacia él.

-Alguien tenía que hacer algo –Yuto intentó sonar molesto, pero su sonrisa lo traicionó.

Yamada soltó la mano de Yuto y lo abrazó, apoyando su cabeza en los hombros de este.

-Eres asombroso.

-¿Eh? ¿A qué viene eso? –preguntó Yuto, confundido.

-A todo… siempre lo he pensado y sé que lo he dicho antes y… y quería decirlo de nuevo, porque de verdad lo creo y me gustas…

Yuto separó a Yamada de él, estaba un poco sonrojado, y le pareció adorable. Nuevamente lo era sin intentar serlo, nunca se acostumbraría a esto, pero no tenía importancia si podía besarlo si quería.

Posó su mano en la mejilla de Yamada y acercó sus labios a él, besándolos lentamente, pasando sus dedos por entremedio del cabello del otro chico. Besó el camino hasta su oreja y le susurró.

-También me gustas, Ryosuke.

Quería que no hubiera dudas, sabía lo inseguro que Yamada podía llegar a ser y, si bien para él que lo besara de vuelta era prueba suficiente, Yamada estaba verbalizando el sentimiento, quizás buscando seguridad. Tenía que responder.

-Me gusta todo de ti – siguió. –Incluso todo lo que dices que no te gusta… y podría besarte toda la tarde.

-Por favor, hazlo.


Miradas y roces no eran suficientes, así como un solo beso tampoco lo había sido. Nunca era suficiente con Yamada, pero al menos tenía toda la tarde por delante. 


6 comentarios:

  1. jkshakjhdksas taaan lindooo
    morí morí morí todo el fic

    es demasiado lindo *o*

    gracias Sue, wn son tan lindos los amo <3

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  2. Gracias por leer :D, me alegra que lo hayas encontrado lindo!

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  3. Bueno, sabes que lo amé, pero dejaré un registro escrito: LO AMÉ.
    :D
    Y Yamada es una abejita acomplejada :3

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  4. gracias!! sabes cuanto me costó esto y como nunca estuve segura de él xD gracias por la edición y los consejos <3

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  5. hermoso!!!! *0* tus yamajima son perfectos!!!! quiero leer uno con lime!!!

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    1. Gracias por leer y comentar!! :D Estamos trabajando en un fic con lemon :) espero que lo leas también cuando esté listo!

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