sábado, 28 de septiembre de 2013

Oro en el aire del verano - Yamajima

Resumen: Yamada cree saber lo que quiere.
Advertencias: Casi no hay lemon. Buuuu.

Yamada nunca está conforme consigo mismo. Hace su trabajo de la mejor manera posible y se esfuerza al máximo, pero, a pesar de las largas horas de ensayo adicional, de todo el tiempo que pasa solo en casa ensayando rutinas y practicando expresiones, la verdad es que siempre encuentra algo que criticar, algo que debe forzar, algo que no es suficiente.

-No te sobreexijas tanto, ¿sí? –la sonrisa de Yuto es cegadora mientras le pasa una botella de agua, gélida, deliciosa.

La respiración de Yamada es tan agitada que su “Gracias” se pierde entre jadeos mientras Yuto se aleja en dirección a la salida. El sudor moja el cabello de Yamada, su ropa, cae en gotas por su cuello, y al primer sorbo, sabe que hidratación era lo que necesitaba críticamente en este momento.

Yuto… es algo indescriptible. Es más de lo que las luces, las lentejuelas y las plumas han hecho de él. También se esfuerza, pero Yamada siente que es distinto, como si Yuto se enfocara en las cosas que ama y eso simplemente resultara hacerlo un mejor idol. Es esa naturalidad la que admira y en secreto envidia, solo un poco.

Todos en Johnny's quieren ser piratas, o Michael Jackson; Yamada solo quiere ser bueno en lo que hace. Quiere ser una superestrella y, tal vez, si es posible, ser importante para Yuto.

***

Los lunares de Yuto son hipnotizantes, crean un camino sinuoso desde uno de sus ojos hasta su cuello que le gustaría seguir eternamente. A veces Yamada siente que se pierde en ellos, en el deseo de unirlos hasta que formen algo, de marcar de alguna forma el espacio que los separa, de tocar la piel que los contiene y saber si es tan suave como luce.

-¿Qué? –pregunta Yuto, entre irritado y divertido. Es la quinta vez que Yamada se le queda mirando sin decir nada.

-Tienes... -dice vagamente Yamada, levantando la mano y empinándose un poco, porque hace bastante tiempo que Yuto es más alto que él.

Obediente, Yuto inclina la cabeza, exponiendo su cuello para que Yamada limpie lo que sea que ve en él, y Yamada siente algo de culpa por querer hacer justo lo contrario.

La piel de Yuto es tan suave como parece, es tibia también, algo humedecida por la práctica y el calor eterno de las salas de ensayo. El pulso constante y fuerte late claro bajo los dedos de Yamada, que traga saliva, intentando contener la respiración, aplacar su propio pulso, hacer parecer que esto es todo lo normal que ahora tiene claro que no es.

***

Chinen es conveniente. Es ambicioso e inteligente, y sabe dejarse abrazar y mirar de la forma correcta para que la cámara pueda hacer las interpretaciones equivocadas que le plazca. En algún punto de la desesperación, los celos parecieron una buena idea para lograr alguna reacción de parte de Yuto, pero hasta ahora solo ha conseguido que su amigo le despeine el cabello y le sonría. Yamada siente ganas de gritar.

-Ryosuke... creo que necesitamos hablar -es Chinen, luciendo un poco incómodo, como si realmente tuviese quince años y no fuera el engendro maligno inmortal que en realidad es.

Es bastante curioso que Chinen, que jamás se interesa particularmente por saber nada de nadie, haya comprendido todo antes que su mejor amigo.

-¿Por qué no simplemente se lo dices?

Yamada lo ataca sin misericordia con una almohada, porque Chinen es un idiota y no entiende nada, al igual que Yamada.

***

Yamada yace boca arriba en el suelo, brazos y piernas abiertos para maximizar el frío del piso en todo su cuerpo. Allá afuera el verano ruge en pleno desarrollo y la atiborrada habitación de Yuto no hace sino acumular el calor y multiplicarlo.

Sentado en el sillón, Yuto juega con algunos acordes en la guitarra y Yamada juraría que lo mira más de una vez, de reojo y con ese brillo extraño que lo hace pensar que ahora sí, que por fin Yuto le dirá algo.

Los acordes, a veces melodiosos, a veces disonantes, siguen pintando el aire de colores extraños y son lo único que se escucha durante lo que parecen horas y horas.

Sería fácil levantarse y arrancar la guitarra de sus manos, enredar esos dedos largos, largos, en su cabello y hacerle entender a Yuto cuál es el punto de las puertas cerradas y los silencios eternos; pero, por alguna razón, Yamada permanece mirando el techo, sin decir ni hacer nada.

***

Yamada está un poco cansado de compartir a su mejor amigo.

Si es honesto consigo mismo y es todo lo justo que puede llegar a ser, Yuto le dedica bastante atención y tiempo. Es solo que, en algún punto extraño de su vida, “bastante” dejó de ser sinónimo de “suficiente”, "mejor amigo” dejó de englobar de manera exacta lo que sentía por Yuto y “todo lo demás” pasó a convertirse en una interminable lista de cosas que le robaban el arrebato idílico que Yuto siempre le había dedicado.

Yuto siempre parece fascinado por algo: insectos, cámaras, cualquier otra cosa, otras personas. Y al observar la concentración absoluta y la pasión con que Yuto practica golpeando platillos y tambores, siente un infantil deseo de quemar la batería para ver si Yuto puede mirarlo de esa manera a él.

***

La batería yace silente en la sala de ensayo, en penumbras y fingiendo inocencia de un modo que se le antoja casi insolente. Y es bastante triste sentirse celoso de una maldita batería, pero no hay nada que pueda hacer al respecto.

Se sienta en el banquillo, preso de un impulso siniestro, porque sentirse cerca de Yuto por el hecho de sentarse ante un objeto al que claramente desea más que él tiene muchísimo sentido.

Las baquetas están convenientemente colocadas sobre la caja de batería y las toma antes de pensar mucho, golpeando inmisericordemente los platillos con ellas.

Es bastante difícil llevar alguna clase de ritmo, se da cuenta Yamada, y cómo Yuto se las ingenia para hacer que esto se vea tan sencillo está más allá de su comprensión. Pero así es Yuto. Yamada, por su parte, golpetea aleatoriamente los diferentes tambores, una o dos veces los platillos, consciente de que no lleva ni siquiera un minuto completo en sus menesteres y ya está comenzando a cansarse.

-Lo estás haciendo mal –recrimina, divertido, alguien a sus espaldas.

El sobresalto le impide a Yamada siquiera reír por la manera en que Yuto no necesita levantar la voz para que lo escuche por sobre el ruido que estaba haciendo. Se paraliza, con un brazo en el aire enarbolando una baqueta y la otra descansando sobre la caja. Las reverberaciones tardías son lo único que llena el aire.

-Pensé que estaba solo -Yamada no se voltea. Una especie extraña de culpa lo invade y congela todos sus movimientos.

Sin decir nada, Yuto se acerca a él, rodeándolo con los brazos con total naturalidad.

-Estás tomando mal las baquetas –le indica Yuto, hablándole directamente en el oído y moviendo los dedos de una de sus manos para demostrarle el agarre correcto. Luego, las manos de Yuto se desplazan hasta tomar una de sus muñecas con cada una. -Así, paralelas a la caja. Deja caer la baqueta, aprovecha el rebote… ¡Relájate! –anima Yuto, y se ríe levemente.

Yamada se pregunta si Yuto de verdad cree que relajarse es posible, si de verdad no se da cuenta de la manera en que lo está afectando. Intenta tranquilizarse, olvidar el modo en que la risa en su oído hizo que mil escalofríos lo recorrieran por completo, respirar hondo e ignorar el olor de Yuto a todo su alrededor, dulce y embriagador.

-Ahora solo necesitas integrar el bombo… hmm… déjame cambiar esto aquí… -las manos de Yuto dejan sus muñecas y buscan a tientas algo en el banquillo, mientras Yamada lucha por permanecer tranquilo, no moverse ni un milímetro delator en dirección al calor de Yuto.

Repentinamente siente que se hunde un poco, lo suficiente para que su pie alcance el pedal del bombo y para que Yuto quede plegado de una manera extraña tras y sobre él, con la cabeza de Yamada apoyada en su pecho. Pero Yuto se inclina, y una de sus manos se desliza por la parte exterior de uno de sus muslos en lugar de volver a su muñeca, haciendo a Yamada apretar los dientes y maldecir a todos los dioses del universo por reírse a su costa de esta manera, hasta que la tortura se detiene y la mano de Yuto descansa sobre su pierna.

-Pisa el pedal, pero no con mucha fuerza, puedes lastimarte la rodilla… -aconseja Yuto, inclinándose más hacia delante y acariciando dicha rodilla para dar énfasis. La nueva posición vuelve a dejar la boca de yuto a centímetros de su oreja.

Oficialmente es demasiado.

-Basta -logra decir Yamada, sorprendido de su propia voz, grave y áspera. El corazón le late en la garganta y, por la manera en que quema, podría asegurar que por sus venas corre ácido. El silencio es pesado y parece eterno cuando la única medida que tiene es su pulso acelerado a niveles ridículos, como si hubiese corrido desaforadamente por todo el Tokyo Dome. Dos veces. –Yuto… –su voz suena como una amenaza mientras intenta liberarse, molesto y un poco aterrado.

La respuesta es seca, rotunda, y se presenta en la forma de los brazos de Yuto cerrándose en torno a sus hombros, apretándolo contra sí, pero lo que realmente detiene los intentos de Yamada de liberarse y huir es el ligero temblor del cuerpo de Yuto contra el suyo.

-No te vayas.

Siente los labios de Yuto rozar suavemente la piel detrás de su oreja antes de enterrar el rostro en su cabello e inhalar profundamente, y Yamada cierra los ojos y respira hondo, porque jamás se perdonaría llorar en un momento así.

Ni siquiera el sonido de las baquetas al caer al suelo logra interrumpir la paz que lo invade por completo mientras aferra las manos de Yuto en las suyas, apretándolas todavía más sobre su corazón.

***

El sol del otoño temprano se cuela por entre las cortinas de la habitación, rebotando perezosamente entre las decenas de instrumentos musicales, libros, revistas y millares de cosas que revisten las paredes y gran parte del suelo, haciendo brillar las pequeñas gotas de sudor de la frente de Yuto.

Yamada enreda los dedos en las húmedas hebras del cabello de Yuto adheridas a su cuello y por un segundo se siente orgulloso: jamás ha visto sudar a Yuto de esta manera a menos que esté en la batería, y siente una infantil satisfacción al haber derrotado a su rival. Al momento siguiente, sin embargo, las caderas de Yuto lo embisten con un ángulo extraño y cualquier pensamiento se disuelve en el centelleo continuo de mil colores tras sus ojos.

***

Después, mucho después, Yamada yace en la cama de Yuto intentando recuperar el aliento, perdiéndose en expansiones de kilómetros de piel blanca y húmeda frente a él, cuya única finalidad es ser recorrida por sus dedos, mientras los labios de Yuto siguen besando su frente, sus párpados y sus sienes, sin parecer poder tener suficiente, jamás.

La luz del sol los abandonó hace un rato y la sonrisa de Yuto es lo único que ilumina al mundo, haciéndolo brillar.

-Yama-chan –suspira Yuto, abrazándolo con fuerza.

Después de todo el tiempo que ha pasado esperando que Yuto diga algo, es casi irrisorio que lo que en realidad quisiera, lo que de verdad necesitara, fueran esas únicas palabras, dichas de esa manera.

-Idiota… -susurra Yamada en respuesta, pero no sabe bien a quién va dirigido.

Y la risa suave de Yuto hace que todo esté bien.

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Nota de la Autora:
Este fic es de Minaro, porque se lo prometí ;)
El título está robado descaradamente de una canción de Kings of Convenience: Gold in the air of summer. No tiene absolutamente nada que ver con el fic, pero es una linda canción, si quieren escucharla.

7 comentarios:

  1. MIO MIO MIO... mi fanfic <3
    ay dio' mio esa bateria...

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    1. xD Sí, Minarits. Tuyo ;)
      Gracias por la idea de la batería, fue... interesante ioi

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    2. la escena con batería es explicita y pornográfica...

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  2. i hope you don't expect me to comment in spanish. but mis dios this whole thing was beautiful, from beginning to end, the first sentence tugged at my heart and held me captive the entire time. yamada's whole thought process, how he was jealous of the drumset and "chinen is convenient" omg immortal demon spawn is the best. but the way you described yuuto, from yamada's heart, there are not words in either of our languages to convey how that made me feel. idk if it was just because i was reading it in such a romanticized language, but all of the descriptions and actions just flowed so well, beautiful and perfect. i cannot praise this enough, seriously. i love it so much.

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    1. Of course I don't expect you to comment in Spanish I am just so *madly* happy that you went through all this in a foreing language and with the flamboyant way I am used to write in my mother language :P

      And I am crazy happy that you like it *_* I love this pairing so much and ut a lot of love in this fic.

      MUCHAS gracias por comentar!!!

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  3. Yamajima!!! kyaaaaaaa que hermoso me emocionó tanto, no se la trama me atrapó y no pude evitar el no leer ambos fics de esta pareja... dios todo me lo imaginé y de solo pensarlo me emocionó...

    muy bueno hace mucho que no me enamoraba así de un fic yamajima... espero escribas otro ^^

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    1. Muchas gracias por tu comentario! ;D
      Amo a esta pareja y escribí este fanfic con mucho cariño, por lo que me alegra que te guste.
      Con Sue estamos trabajando en un nuevo fanfic Yamajima :D Así que atenta a las actualizaciones! :D

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